Durante la misma sesión, el órgano resolutivo extendió el mandato de la Misión hasta el primero de octubre.
El Consejo discutió el informe más reciente sobre ese país del Secretario General, Kofi Annan, y alentó a la MONUC a cumplir con su mandato en el oriente del país, haciendo uso de tácticas que prevengan ataques a los civiles y minen la capacidad militar de los grupos armados ilegales que continúan generando violencia en esa zona.
La resolución, aprobada unánimemente, identificó la presencia continua en territorio congolés de ex elementos armados del ejército de Ruanda y rebeldes de grupo étnico hutu, también ruandés, y calificó esta presencia como una amenaza para la población civil y un impedimento para la normalización de relaciones entre países vecinos.
Los gobiernos de Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo deben poner fin al uso de sus territorios como puentes para romper el embargo de armas que el Consejo de Seguridad impuso a las milicias, agregó el documento.
Asimismo, los Estados vecinos deben “impedir cualquier clase de apoyo a la explotación ilegal de recursos naturales congoleses, prohibiendo el flujo de dichos recursos a través de sus territorios, puntualizó el Consejo de Seguridad.