“Hoy, la violencia y la impunidad son asunto de todos los días en Darfur. Los trabajadores humanitarios encuentran cada vez más obstáculos para llegar a los desplazados y a quienes están tratando de ayudar”, dijo.
Destacó que la falta de seguridad ha cruzado la frontera con Chad, donde el viernes pasado los rebeldes tomaron como rehenes a varios funcionarios del gobierno y atacaron el poblado de Guerread, donde la ONU asiste a más de 25.000 refugiados sudaneses.
“La comunidad internacional podría afrontar una catástrofe en Darfur. Prevenirla requerirá medidas enérgicas y la participación de la Unión Africana y la ONU. Si fallamos, si no damos protección a los que la precisan, el riesgo será una calamidad mucho mayor que lo que hemos visto hasta ahora”, puntualizó Guterres.
Por otra parte, indicó que la situación también se deteriora constantemente en la región oriental de Sudán y pidió la cooperación internacional para asistir a los miles de sudaneses que quieren repatriarse al sur de este país, donde el gobierno y la guerrilla firmaron un acuerdo de paz hace un año.