Activistas sirios denunciaron que milicianos del grupo radical autodenominado Estado Islámico tomó más de 60 pueblos en los alrededores de Kobani, en la predominantemente kurda frontera con Turquía.
Según la ONG basada en Londres Observatorio Sirio de Derechos Humanos, EI expulsó a los combatientes kurdos junto con miles de civiles.
Turquía volvió a abrir su frontera con Siria para permitir que los desplazados escapen de los combates.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo que su país está comprometido con ayudar a todos los que huyen buscando refugio.