Según la oficina, las actividades delictivas, como los secuestros, las peleas de pandillas y la inseguridad generalizada, han aumentado, con una impunidad “casi total”.
A la mezcla volátil se suma el resurgimiento de las tensiones políticas sobre el calendario y el alcance de las elecciones y un referéndum constitucional propuesto por el Gobierno, dijo la portavoz del ACNUDH , Marta Hurtado, a los periodistas en una sesión informativa periódica en Ginebra.
“Los llamados a protestas masivas han ido en aumento. Esto, a su vez, genera preocupación por las nuevas violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad durante la vigilancia de las protestas, como se vio durante las protestas de meses de 2018 y 2019, así como durante las manifestaciones de octubre y noviembre del año pasado ".
Según un informe del ACNUDH sobre los disturbios, las protestas comenzaron de manera relativamente pacífica en julio de 2018, pero se volvieron cada vez más violentas con el tiempo, con muchas violaciones y abusos de los derechos a la vida, la seguridad de la persona y un recurso efectivo.
'Patrón de violaciones'
El informe también documentó violaciones a los derechos de reunión pacífica y la libertad de expresión. En las manifestaciones de 2019, se instalaron barricadas que bloquearon el acceso de las personas a los hospitales y el paso de las ambulancias. Los establecimientos de salud también fueron atacados, lo que afectó gravemente la vida cotidiana del pueblo haitiano, en particular de aquellos en situación de vulnerabilidad.
Además, los manifestantes y los elementos criminales impusieron “tarifas de paso”, lo que impidió aún más el movimiento de personas y mercancías y agravó las dificultades económicas.
“El informe muestra un patrón de violaciones y abusos de los derechos humanos seguido de casi la falta de rendición de cuentas”, dijo la Sra. Hurtado.
'Garantizar la responsabilidad'
El portavoz del ACNUDH pidió a las autoridades haitianas que tomen "medidas inmediatas" para evitar la repetición de tales violaciones y abusos, asegurándose de que los agentes del orden respeten las normas y estándares internacionales sobre el uso de la fuerza cuando se enfrentan a protestas; además de garantizar que las pandillas no interfieran con el derecho de las personas a manifestarse pacíficamente.
También instó al Gobierno a garantizar la rendición de cuentas por las violaciones y abusos pasados, asegurando justicia, verdad y reparaciones. Además, Haití debe tomar medidas para abordar los agravios de la gente y las causas fundamentales que alimentaron las protestas, agregó.
"El ACNUDH está dispuesto a seguir apoyando a las autoridades estatales en el cumplimiento de las obligaciones internacionales de derechos humanos [y] expresa su voluntad de seguir trabajando para el establecimiento de una oficina en el país", dijo la Sra. Hurtado, y acogió con satisfacción los compromisos asumidos por la Policía Nacional de Haití para reformar prácticas documentadas en el informe.