El informe, titulado Descuidado: Impactos de la contaminación plástica en la justicia ambiental, fue elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ( PNUMA ) junto con el grupo ambientalista de base Azul. Los hallazgos tienen como objetivo empoderar a las comunidades afectadas por los desechos plásticos y abogar por su inclusión en la toma de decisiones local.
Injusticia ambiental
“La justicia ambiental significa educar a quienes están en la primera línea de la contaminación plástica sobre sus riesgos, incluyéndolos en las decisiones sobre su producción, uso y eliminación, y garantizar su acceso a un sistema judicial creíble”, dijo Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.
El informe muestra cómo las injusticias ambientales están vinculadas a la producción de plástico, en áreas como la deforestación para la construcción de carreteras, el desplazamiento de pueblos indígenas para realizar perforaciones petroleras, así como la contaminación del agua potable por operaciones de fracking para extraer gas natural, en países como Estados Unidos y Sudán.
Además, el informe advierte sobre los problemas de salud entre las comunidades afroamericanas que viven cerca de las refinerías de petróleo en el Golfo de México y los riesgos ocupacionales que enfrentan unos dos millones de recicladores en la India.
Impactos desproporcionados
Los impactos de los plásticos en las poblaciones marginadas son severos y existen en todas las etapas del ciclo de producción, desde la extracción de materias primas y la fabricación, hasta el consumo y la eliminación, según el informe.
Los desechos plásticos no solo ponen en peligro el sustento de quienes dependen de los recursos marinos, sino que también causan una serie de problemas de salud para las personas que consumen mariscos infestados con micro y nano plásticos tóxicos.
Las mujeres, en particular, sufren un riesgo de toxicidad relacionado con el plástico, debido a una mayor exposición agregada a los plásticos en el hogar e incluso en los productos para el cuidado femenino.
Las diferencias de género, roles sociales y poder político en la regulación del uso del plástico y los estándares de salud colocan a las mujeres en alto riesgo de abortos espontáneos y cáncer, lo que agrava aún más las disparidades relacionadas con el género en general.
Agravados por la pandemia de COVID-19 , los desechos plásticos se han convertido en una parte importante de la crisis de contaminación global, junto con la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, lo que representa una triple emergencia que debe abordarse con planes de acción sólidos y efectivos, dice el PNUMA.
Puntos de acción
El informe pide a los gobiernos que den prioridad a las necesidades de las personas afectadas de manera desproporcionada por la contaminación plástica, y subraya que se deben tomar medidas en múltiples niveles.
Requiere una expansión en el monitoreo de desechos plásticos, mejores estudios sobre sus impactos en la salud y más inversión en la gestión de desechos. Los gobiernos deberían hacer cumplir las prohibiciones de los plásticos de un solo uso y fomentar su reducción, reciclaje y reutilización.
Otros actores, como los líderes empresariales y de la industria, los actores no gubernamentales y los consumidores, también deben hacer esfuerzos para revertir la situación de aquellos que están social, económica y políticamente marginados.