La siguiente declaración fue emitida hoy por el Portavoz del Secretario General de la ONU, António Guterres:
El Secretario General acoge con satisfacción las medidas anunciadas por el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) y el Comité de Desarrollo del Grupo del Banco Mundial para abordar las crisis de la deuda y otros daños derivados de la crisis del Covid-19 como una señal de esperanza y un multilateralismo renovado.
Las economías en desarrollo han luchado por asegurar suficientes recursos financieros para responder a las necesidades inmediatas de la crisis, y mucho menos para recuperarse de ella. Desde el comienzo de la crisis, el Secretario General ha pedido liquidez mediante una gran emisión de derechos especiales de giro (DEG) y una reasignación de DEG no utilizados, y ha propuesto un enfoque en tres fases para abordar la carga de la deuda: una suspensión de la deuda, alivio de la deuda dirigido a los más vulnerables y reforma de la arquitectura internacional de la deuda.
El Secretario General acoge con satisfacción los llamamientos concretos del CMFI para una nueva asignación de derechos especiales de giro y reasignaciones voluntarias a los países necesitados. También se siente alentado por el apoyo a la Iniciativa de suspensión del servicio de la deuda, que ha proporcionado un alivio temporal de $ 5 mil millones para los países vulnerables, y al Marco Común para el Tratamiento de la Deuda. Las moratorias y el alivio de la deuda deben extenderse a los países que más lo necesitan, incluidos los países de ingresos medianos, que albergan a más del 60% de los pobres del mundo, sin crear estigma ni comprometer sus calificaciones soberanas.
La reforma de la arquitectura de la deuda internacional también es fundamental; una crisis de deuda en medio de la emergencia de COVID-19 pondría los Objetivos de Desarrollo Sostenible fuera de alcance. Los debates de esta semana sobre la arquitectura de la deuda internacional son un paso importante en la dirección correcta.
El Secretario General insta a todas las partes interesadas a sumarse a un esfuerzo mundial para repensar los principios que sustentan la arquitectura de la deuda actual e insta a que se tomen medidas para complementar los instrumentos existentes con mecanismos más eficaces de resolución de crisis de la deuda. El Secretario General también se siente muy alentado por el énfasis del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial en una recuperación sostenible, inclusiva, inteligente y ecológica.
El Secretario General espera trabajar con las instituciones financieras internacionales, los bancos de desarrollo nacionales y multinacionales y otros asociados hacia una recuperación equitativa, inclusiva y sostenible que coloque al mundo en el camino correcto para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.