El Parlamento aprobó el miércoles un acuerdo político provisional con los países de la UE sobre una nueva ley para reducir las emisiones de metano del sector energético, con 530 votos a favor, 63 en contra y 28 abstenciones.
El nuevo Reglamento es la primera legislación de la UE destinada a reducir las emisiones de metano y cubre las emisiones directas de los sectores del petróleo, los gases fósiles y el carbón, y del biometano una vez que se inyecta en la red de gas.
Puede leer más sobre las nuevas normas en el comunicado de prensa después del acuerdo con los países de la UE.
Declaraciones de los ponentes
Jutta Paulus (Verdes/EFA, Alemania) ha declarado: «Por fin la UE aborda el segundo gas de efecto invernadero más importante. La reducción de las emisiones de metano no beneficia solo al clima, también servirá para mejorar la calidad del aire y reforzar la soberanía energética en la UE. Incluir las importaciones tendrá además impacto en todo el mundo. Al aprobar este reglamento, la UE cumple sus objetivos climáticos y el Compromiso Mundial de Metano».
Pascal Canfin (Renew, FR) ha declarado: «Esta es la primera ley de la UE destinada a reducir las emisiones de metano. Hasta ahora, el metano era un punto ciego en nuestras políticas climáticas. Ahora no solo abordando nuestras emisiones de metano, sino también las generadas por nuestras importaciones de combustibles fósiles. Es un avance en el Pacto Verde para respetar nuestros compromisos internacionales».
Próximos pasos
La ley también debe ser adoptada por el Consejo antes de ser publicada en el Diario Oficial de la UE, y entrará en vigor veinte días después.
Antecedentes
El metano es un gas de efecto invernadero y contaminante del aire, y es responsable de aproximadamente un tercio del calentamiento global actual. La UE ha suscrito el Compromiso Mundial de Metano, cuyo objetivo es reducir de aquí a 2030 las emisiones mundiales de metano en al menos un 30 % con respecto a los niveles de 2020, lo que podría evitar el calentamiento del clima en más de 0,2°C de aquí a 2050.
Al adoptar esta legislación, el Parlamento responde a las expectativas de los ciudadanos de lograr y acelerar la transición ecológica, tal como se expresa en las propuestas 2(2), 3(2), 11(1) y 11(7) de las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.