México presentó este jueves una demanda contra Ecuador referente a la “inviolabilidad de una misión diplomática”, según informó la Corte Internacional de Justicia. Las autoridades mexicanas señalaron en su solicitud que el pasado 5 de abril “alrededor de 15 agentes de operaciones especiales” de Ecuador ingresaron en la Embajada de México en Quito “por la fuerza y sin autorización”.
En la solicitud consta que el jefe de la Misión adjunto, Roberto Canseco Martínez, fue “violentamente agredido” y que, a continuación, los agentes se llevaron al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, “metiéndolo dentro de uno de los vehículos y abandonando las instalaciones”.
El país norteamericano señaló que el incidente del pasado viernes no es aislado, sino que sigue a “una serie de actos continuos de intimidación y hostigamiento”, motivados por la llegada del exvicepresidente a la Embajada el 17 de diciembre del año pasado y su posterior solicitud de asilo, la cual fue concedida.
Argumentó que Ecuador violó los derechos de México conforme al derecho internacional, así como los principios fundamentales en los que se basa el sistema jurídico internacional y pidió que lo suspendan como miembro de las Naciones Unidas.
Además, México pidió que se tomen varias medidas provisionales mientras se dicta una sentencia definitiva, entre ellas que el Gobierno de Ecuador “se abstenga de realizar cualquier acto o conducta que pueda agravar o ampliar” la controversia actual.
Guterres: El principio de la inviolabilidad diplomática debe ser respetado
A última hora del sábado, el Secretario General expresó a través de un comunicado de su portavoz estar alarmado por el asalto de la Embajada mexicana y exhortó a ambos Gobiernos a resolver sus diferencias por medios pacíficos.
António Guterres reafirmó el principio cardinal de la inviolabilidad de los locales y del personal diplomático y consular, subrayando que debe ser respetado en todos los casos.
El comunicado fue emitido tras la decisión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de romper relaciones diplomáticas con Ecuador, señalando que el incidente se trataba de “una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”.
Gobiernos de todo el espectro político en la región también criticaron el asalto a la Embajada, entre ellos Brasil, Colombia, Argentina y Uruguay.
México concedió asilo a Jorge Glas horas antes del asalto, pero el Gobierno de Daniel Noboa señaló que las normas diplomáticas “normales” no eran válidas debido a los cargos de corrupción a los que se enfrenta.
El exvicepresidente ecuatoriano se enfrenta a nuevos cargos de corrupción tras haber sido condenado en 2017 por aceptar sobornos de una empresa constructora brasileña a cambio de la adjudicación de contratos del Gobierno.