Desde hace más de seis meses, el mundo ha contemplado las atrocidades que perpetra Israel en Gaza y que alcanzan “nuevas profundidades” y que no dejan a ningún palestino a salvo, declaró este jueves la relatora especial* sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados.
Francesca Albanese denunció la espiral de violencia constante que sufre Gaza con los ataques israelíes y alertó de su extensión fuera de la Franja al resto del territorio palestino ocupado. “Ningún palestino está a salvo bajo el control irrestricto de Israel”.
“Los horrores que la gente ha visto en Gaza son indescriptibles”, señaló, y alertó que, por otro lado, ha decaído la atención sobre el empeoramiento de la situación en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, donde aumentan las restricciones, los abusos, las detenciones arbitrarias y las ejecuciones extrajudiciales tanto por parte de soldados israelíes como de colonos armados.
Los Estados deben impedir la limpieza étnica de los palestinos
Albanese advirtió que las políticas israelíes en los territorio palestinos ocupados ponen en peligro la existencia palestina en su tierra. “La atención de la comunidad internacional debe centrarse en la implicación más probable, la limpieza étnica de los palestinos, y los Estados deben hacer todo lo que esté a su alcance para impedirla”, recalcó.
Al término de una visita a Egipto y Jordania, la experta -que no ha conseguido que Israel le permita llegar a los territorios palestinos-, afirmó que en Gaza la situación es peor de lo que se creía, con implicaciones graves y de múltiples niveles a largo plazo.
Explicó que en su viaje conoció a víctimas con lesiones terribles que, además, fueron testigos del asesinato de familiares y de la destrucción de los hospitales en Gaza aún después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara a Israel evitar el genocidio en ese territorio el pasado 26 de enero.
A las heridas de quienes han podido salir de Gaza se suman enfermedades crónicas sin tratamiento y un trauma enorme.
Imposición de sanciones a Israel
Albanese se refirió a las trabas que Israel pone a la entrada de asistencia vital que tienen a los gazatíes muriendo de hambre, heridas y enfermedades, en tanto los suministros esenciales pagados por contribuyentes de todo el mundo languidecen en almacenes a tan sólo 50 kilómetros de Gaza.
La relatora especial aseveró que las medidas humanitarias implementadas hasta ahora, que incluyen lanzamientos aéreos y corredores marítimos, “son un mero paliativo” para lo que se necesita con desesperación. “Estas medidas son tremendamente inadecuadas para aliviar la catástrofe humanitaria que ha creado el ataque de Israel”, apuntó.
Consideró que el incumplimiento israelí de sus obligaciones internacionales justifica la imposición de sanciones.
“Los Estados deben insistir en un alto el fuego inmediato e incondicional e imponer sanciones a Israel para evitar mayores calamidades”, recalcó Albanese.
Aislar a los bancos palestinos exacerbaría la catástrofe
Por su parte, la experta en deuda externa y derechos humanos, Attiya Waris; y la relatora especial sobre el impacto en las garantías fundamentales de las medidas coercitivas unilaterales, Alena Douhan, se refirieron la intención israelí de separar a los bancos palestinos del sistema bancario mundial, recordando que dicha medida violaría el derecho internacional y el principio de igualdad soberana de los Estados, entre otras transgresiones.
“La imposibilidad de realizar transferencias bancarias afectaría indiscriminadamente a todo el pueblo de Palestina, exacerbaría la actual catástrofe humanitaria y afectaría todos los derechos humanos, incluidos el derecho a la alimentación, al agua y al saneamiento, a la salud, a no sufrir tortura y el derecho a vida”.
Las instituciones financieras palestinas operan con base en una exención de protección emitida anualmente a dos bancos en Israel con las que mantienen conexiones. La economía palestina funciona con el shekel israelí y sus transacciones financieras con el resto del mundo deben pasar por el sistema bancario israelí.
Aislar a la Autoridad Palestina del mundo financiero paralizaría la economía palestina, insistieron las expertas, y aludieron a las exenciones de protección garantizadas por los Acuerdos de Oslo y París.
A partir de los acuerdos de paz de la década de 1990, Israel también recauda los ingresos fiscales en nombre de los palestinos y transfiere los fondos a la Autoridad Palestina. Una gran parte de estos fondos se utiliza para el pago de salarios. Desde el 24 de enero de 2024, los ingresos fiscales mensuales previamente asignados a los empleados del sector público de la Autoridad Palestina en Gaza se han transferido a una cuenta fiduciaria con sede en Noruega, pero el fondo noruego no puede liberar el dinero sin el permiso de Israel.
“Puesto que una proporción significativa de los impuestos del presupuesto de la Autoridad Palestina los recauda Israel, la Autoridad Palestina es vulnerable a suspensiones unilaterales por parte de Israel de las transferencias de ingresos de liquidación, lo que se considera medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional”, detallaron Waris y Douhan.
Llamamiento humanitario
Por otra parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) reiteró que la población de Gaza vive asolada por el hambre, las enfermedades y la muerte.
El organismo señaló que hay un alto riesgo de propagación de enfermedades y que se han registrado tasas alarmantes de diarrea y hepatitis A. Las altas temperaturas alcanzadas constituyen un nuevo factor que aumenta el peligro sanitario debido al acceso limitado al agua dulce y a la falta de comida.
UNRWA reiteró la urgencia de un alto el fuego y de un flujo constante de suministros de alimentos, “todos los días, todas las semanas” para detener la hambruna.
La Agencia urgió ayer a la comunidad internacional a reunir 1210 millones de dólares para abordar la crisis humanitaria sin precedentes en la Franja de Gaza y responder a las necesidades en Cisjordania.
La prioridad de UNRWA es llevar suministros vitales, incluidos alimentos, a Gaza, donde la población se ha vuelto casi totalmente dependiente de las donaciones y la asistencia humanitaria.
Los fondos solicitados financiarían las operaciones de UNRWA hasta fin de año, que buscan atender las necesidades más imperiosas de 1,7 millones de palestinos en Gaza y más de 200.000 en Cisjordania y Jerusalén Oriental.
El comisionado general de UNRWA sostuvo que es fundamental el apoyo al organismo para la prestación de asistencia humanitaria y servicios de desarrollo en salud y educación que salvan vidas. “Los últimos meses han demostrado que no hay sustituto ni alternativa a UNRWA”, dijo.
Que esta guerra no sea la nueva norma
Philippe Lazzarini agregó que esta guerra no debería convertirse en la nueva norma ahora, mencionando que casi se cumplen 200 días “de brutalidad, pérdida, desesperación y ansiedad”.
“Se deben hacer todos los esfuerzos posibles para alcanzar un alto el fuego que se debía hacer desde hace mucho tiempo. Hasta entonces, UNRWA debe recibir mucho más apoyo para permitirnos responder a las vastas y crecientes necesidades humanitarias”, concluyó el comisionado general.
*Los relatores especiales y otros expertos independientes en derechos forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. No forman parte del personal de la ONU, son independientes de cualquier gobierno u organización y no reciben un salario por su trabajo.