El Secretario General de la ONU deploró este lunes la nueva pérdida de vidas durante las protestas en Bangladesh que tuvieron lugar el fin de semana.
En un comunicado, António Guterres indicó que sigue de cerca los acontecimientos en el país, incluido el anuncio del jefe del Estado Mayor del Ejército sobre la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina y los planes para la formación de un gobierno provisional.
Guterres instó a todas las partes a la calma y la contención, destacando la importancia de una transición pacífica, ordenada y democrática.
Investigación imparcial
El Secretario General hizo patente su solidaridad con el pueblo de Bangladesh y pidió que se respeten plenamente sus derechos humanos.
De mismo modo, el titular de la ONU recalcó la necesidad de que se lleve a cabo una investigación completa, independiente, imparcial y transparente de todos los actos de violencia.
Proteger a los civiles en las calles
La primera ministra Sheikh Hasina dimitió y huyó del país hoy ante las masivas protestas antigubernamentales, que han dejado muertos a cientos de manifestantes en las últimas semanas.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, instó a todas las partes a respetar los derechos de asamblea y expresión pacíficas.
En su encuentro diario con la prensa en la sede de Nueva York, Haq también llamó a las fuerzas de seguridad “a proteger a quienes están en las calles de Dacca y otras ciudades de Bangladesh”.
Al menos 300 muertos
Las cifra extraoficiales dan cuenta de al menos 300 personas muertas, incluidos niños, desde el estallido de las protestas estudiantiles. Los heridos, en tanto, rebasarían los 20.000. Este derramamiento de sangre es uno de los peores que se han presenciado en Bangladesh.
Los disturbios comenzaron en julio con manifestaciones de estudiantes contra las cuotas de empleo en la administración pública. Aunque el plan fue retirado, las protestas explotaron nuevamente la semana pasada exigiendo la renuncia de la primera ministra y la rendición de cuentas de los responsables de la represión durante las movilizaciones.
Sheikh Hasina estaba en el poder desde enero de 2009, después de haber dirigido el país de 1996 a 2001. Según los despachos de prensa, su salida de Bangladesh fue recibida con júbilo generalizado en gran parte del país.
También hubo informes de saqueos e incendios provocados en la residencia de la premier; en un museo que conmemora al primer presidente del país -padre de Hasina-; y en casas de altos funcionarios gubernamentales.
Tras las salida de Hasina, el jefe del ejército bengalí anunció por televisión que se formará un gobierno interino.