“Debemos continuar con todos los esfuerzos para aliviar el sufrimiento humano en la región, lo que significa un alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes en Gaza, significa pasos diplomáticos para la desescalada en la región y significa pasos irreversibles hacia el restablecimiento de un marco político para poner fin al conflicto y establecer una solución de dos Estados”, dijo este jueves el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente.
En una sesión del Consejo de Seguridad sobre la situación en esa región, Tor Wennesland explicó en una videoconferencia desde Jerusalén que la combinación de la guerra en Gaza, el conflicto israelí-palestino no resuelto y la continua ocupación de los territorios palestinos han dado lugar a una situación explosiva en Oriente Medio.
“Nuestras capacidades individuales y colectivas para gestionar o resolver estas crisis están al límite. Cualquier chispa o error de cálculo podría desencadenar una serie de escaladas incontrolables, involucrando a millones de personas más en el conflicto. Necesitamos un alto el fuego ahora”, enfatizó.
El enviado agregó que si cualquiera de esas crisis sigue sin atenderse, las perspectivas de una región más estable, pacífica y segura seguirán siendo vagas.
Los costos de la guerra
Wennesland recordó que la guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre con el ataque de Hamás al sur de Israel, ha costado ya la vida de más de 40.000 palestinos -la mayoría mujeres y niños- y herido a decenas de miles más, en tanto 109 rehenes siguen detenidos y 1600 israelíes han muerto.
Reportó los continuos ataques aéreos israelíes contra escuelas y mezquitas que albergan a la población desplazada y la destrucción desenfrenada de la infraestructura civil, advirtiendo que el sufrimiento y la violencia repercuten en toda la región.
Dio cuenta también del lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de Hamás y otros grupos contra centros de población en Israel.
El coordinador especial aseguró que los gazatíes no tienen adónde ir mientras reciben órdenes continuas de evacuación. “Casi dos millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y refugios durante la guerra, la mayoría de ellas varias veces. El 85% de la Franja de Gaza ha sido objeto de órdenes de evacuación desde el 7 de octubre”.
La recuperación tomaría décadas
Wennesland informó que pese a los desafíos inimaginables, las agencias de la ONU y sus socios humanitarios brindan asistencia vital con notable valentía a través de todos los puntos de cruce disponibles. Sin embargo, sus esfuerzos se ven amenazados por las condiciones inseguras sobre el terreno y por el colapso total del orden público, añadió.
“La escala de la destrucción es inmensa y llevará años, si no decenios, recuperarse”, adelantó, detallando que sólo la limpieza de los escombros tomaría cinco años.
Punto de quiebre
Afirmó que la suma de las tensiones e incidentes en toda la región con los más de 300 días de guerra en Gaza, “estamos en un punto de inflexión en Medio Oriente”.
“Un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes en Gaza son imperativos ahora para la paz y la seguridad regionales”, insistió.
Para terminar, sostuvo que la única salida al círculo vicioso de desesperación es un horizonte político que ponga fin a la ocupación y logre una solución de dos Estados: “Israel y un Estado Palestino independiente, democrático, contiguo, viable y soberano, que vivan uno junto al otro en paz y seguridad dentro de fronteras seguras y reconocidas, sobre la base de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén como capital de ambos. Las Naciones Unidas seguirán apoyando todos los esfuerzos encaminados a lograr ese objetivo”.
Obstrucción deliberada a la ayuda
La directora de la Unidad de Salud de Emergencia de la ONG Save the Children participó en la sesión del Consejo vía videoconferencia desde Deir Al-Balah, en el centro de Gaza, para destacar la destrucción abrumadora que aqueja a ese territorio palestino asediado.
Louisa Baxter describió cómo “más de 1,9 millones de personas han sido desplazadas y se desplazan por calles llenas de escombros, basura y aguas residuales”.
Asimismo, aseveró que se observa “la obstrucción deliberada y reiterada de la asistencia humanitaria” y que su equipo ha estado esperando medicamentos vitales desde hace cuatro meses.
Baxter precisó que esos suministros están retenidos en los controles fronterizos “por una miríada de reglas y restricciones, muchas de ellas no escritas y arbitrarias”.
Ningún actor regional debe tomar medidas: Estados Unidos
En su turno al micrófono, los miembros del Consejo de Seguridad mantuvieron sus divisiones con Estados Unidos insistiendo en que ningún actor de la región debe tomar ninguna medida que pudiera socavar las conversaciones que buscan un alto el fuego, y otros integrantes urgiendo a actuar para detener el sufrimiento de los gazatíes.
Con esta postura, la embajadora estadunidense ante la ONU aludió a la propuesta de su país que discute actualmente con Qatar y Egipto, los otros mediadores en el conflicto.
Según Linda Thomas-Greenfield, ese plan es el camino por seguir para salvar vidas.
“Este es un momento decisivo para las conversaciones sobre el alto el fuego (…) Es urgente que logremos un alto el fuego y un acuerdo sobre los rehenes ahora”, puntualizó, al tiempo que instó a Israel a “trabajar” con las agencias humanitarias para llevar a los gazatíes las vacunas contra la polio.
El Consejo se limita a observar la masacre, advierte Rusia
Por su parte, el representante permanente adjunto de Rusia deploró que tras más de diez meses de guerra, el Consejo de Seguridad siga limitándose a ser un observador pasivo de la masacre en curso.
Dmitri Polianski citó la resolución propuesta por Estados Unidos y aprobada hace dos meses como ejemplo de la ineficacia del órgano de seguridad.
El diplomático ruso llamó a analizar cómo ha cambiado la situación en el terreno esa disposición.
Polianski lamentó cuál sería el resultado de dicha revisión “La respuesta inequívoca es: de ninguna forma”.
“No hay excusa para que Israel siga matando a civiles palestinos inocentes”
El embajador del Estado Observador de Palestina rechazó las condiciones para un alto el fuego, advirtiendo que contravienen espíritu y la letra de la resolución 2735 de Consejo de Seguridad, y que tienen por objeto hacer fracasar los esfuerzos para su implementación.
Riyad Mansour preguntó a los miembros del Consejo cuándo van a actuar.
“Acuerdo o no acuerdo, no hay excusa para que Israel siga matando a civiles palestinos inocentes”, acotó.
Mansour pidió al Consejo que visite la Franja de Gaza para ver de primera mano «los horrores que está sufriendo el pueblo palestino”.
Asimismo, solicitó a los embajadores que apoyen y presionen para garantizar que el presidente palestino Mahmoud Abbas pueda llegar a la Franja de Gaza, como tiene intención de hacer, para “trabajar con urgencia y detener el genocidio y los crímenes que se están perpetrando contra nuestro pueblo”.
“El tiempo para la implementación de una solución de dos Estados comenzará con un paso significativo en septiembre”, puntualizó, exhortando nuevamente al Consejo a imponer un alto el fuego inmediato y a proteger a todos los civiles.
Un Israel diferente
Cuando el embajador palestino terminó su intervención, el representante permanente de Israel, Danny Danon, señaló que al empezar un segundo periodo en el cargo se encuentra con una ONU y un Israel diferentes. “Se nos impuso una guerra”, apuntó.
Danon criticó al Consejo de Seguridad por no haber condenado a Hamás a 320 días de los ataques del 7 de octubre. “No ha habido ninguna condena o reconocimiento de las atrocidades cometidas”, dijo.
De acuerdo con el embajador israelí, sería una locura que su país no hubiera esperado el apoyo del Consejo para desmantelar a Hamás, pero lo único que hemos oído es silencio, apuntó.