El Secretario General ha asegurado que el ataque israelí a una escuela de UNRWA en el que murieron 18 personas, entre ellas 6 trabajadores de la agencia de la ONU es “totalmente inaceptable” y ha pedido que cesen de inmediato estas dramática violaciones del derecho internacional.
Desde el comienzo de la guerra, al menos 220 miembros del personal de UNRWA han sido asesinados en Gaza. La cifra total de víctimas palestinas supera ya las 41.100.
De las más de 95.000 personas heridas en Gaza, al menos 22.500 tienen lesiones “que afectan de por vida y que requerirán tratamiento durante años”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han producido entre 3000 y 4000 amputaciones de extremidades. Además, hay muchas personas con lesiones en la columna, el cerebro y quemaduras muy graves.
El doctor Richard Peeperkorn explicó en rueda de prensa que los pacientes “no pueden recibir el cuidado que necesitan” en Gaza.
“Ya no se dispone de servicios de rehabilitación hospitalaria ni de prótesis, y el número de personas con lesiones que necesitan productos de asistencia supera con creces el equipamiento disponible en Gaza”, explicó.
Precisamente, la OMS evacuó este miércoles a 97 enfermos y heridos graves y 155 acompañantes en la mayor evacuación médica desde octubre de 2023. Entre los pacientes había 45 niños y 52 adultos que recibirán tratamiento especializado en Abu Dhabi.
La economía de Gaza está “en ruinas”
La operación militar israelí ha causado una devastación económica y un declive sin precedentes en los Territorios Palestinos Ocupados, según un nuevo informe de ONU Comercio y Desarrollo que cifra en un 81% la caída del PIB en Gaza.
A principios de 2024, entre el 80% y el 96% de los activos agrícolas de Gaza —como sistemas de riego, granjas de ganado, huertos, maquinaria e instalaciones de almacenamiento— fueron devastados. Además, el 82% de las empresas del sector privado, motor clave de la economía de Gaza, resultaron dañadas o destruidas.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Gaza se desplomó un 81% en el último trimestre de 2023, dejando la economía en ruinas. Para mediados de 2024, la economía de Gaza se había reducido a menos de una sexta parte de su nivel de 2022. Además, ya en enero de 2024 se habían perdido dos tercios de los empleos previos a la guerra, unos 201.000 puestos.
Mientras tanto, en Cisjordania la expansión de asentamientos, confiscaciones de tierras, demolición de estructuras y el aumento de la violencia de los colonos han desplazado a comunidades y afectado gravemente las actividades económicas. Sectores clave como el comercio, turismo y transporte en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, han sufrido una fuerte caída, con el 80% de las empresas en la Ciudad Vieja de Jerusalén Oriental cesando parcial o totalmente sus operaciones.
Se han perdido 306.000 empleos, lo que ha elevado la tasa de desempleo en del 12,9% antes del conflicto al 32%.
Más de 40 países piden “restablecer el régimen democrático” en Venezuela
Más de 40 países han emitido una declaración conjunta sobre la situación en Venezuela en la que apoyan plenamente “un proceso inclusivo, liderado por Venezuela, para restablecer el régimen democrático” en ese país.
En la declaración, leída por el canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha, los países piden al Consejo Nacional Electoral venezolano que publique de manera inmediata los resultados de las elecciones presidenciales y permita la verificación imparcial.
Muestran su preocupación por “los informes sobre abusos y violaciones de derechos humanos después de las elecciones” y por la orden de arresto “de carácter político” contra Edmundo González que lo ha “obligado al exilio”.
“Es hora de que todos los venezolanos inicien discusiones constructivas e inclusivas para resolver este impasse electoral y restaurar normas electorales en forma pacífica, y de conformidad con la ley electoral venezolana y los deseos del pueblo de Venezuela”, dijo Martínez-Acha.
La FAO necesita 48 millones de dólares para ayudar a más de 600.000 haitianos a comprar y producir alimentos
La violencia y el desplazamiento de la población han reducido significativamente la producción agrícola y han interrumpido los mercados, dejando a la mitad de la población de Haití en inseguridad alimentaria aguda.
La FAO ha demostrado que la producción local de alimentos y el acceso a semillas son soluciones sostenibles y rentables, esenciales para prevenir una crisis alimentaria mayor.
La agencia especializada planea apoyar a las familias desplazadas y de acogida mediante transferencias de efectivo, combinando estas con paquetes de insumos agrícolas y capacitación. Este enfoque permite que los hogares afectados por la crisis satisfagan sus necesidades inmediatas, mientras producen alimentos para el consumo doméstico y venta.