Un asedio implacable, mortíferos ataques selectivos y restricciones crónicas a las entregas de ayuda vital por parte de las fuerzas israelís: esto es sólo una parte de lo que tienen que encarar a diario los trabajadores humanitarios en la devastada Franja de Gaza.
Noticias ONU analizó las necesidades provocadas por el conflicto actual desde el punto de vista de la cantidad de ayuda que está llegando a Gaza en comparación con lo que se necesita para hacer frente a la sombría situación sobre el terreno, donde 2,3 millones de palestinos están atrapados en medio de una guerra que comenzó hace casi un año tras los ataques dirigidos por Hamás que dejaron más de 1000 muertos en Israel y 250 personas tomadas como rehenes.
Los gazatíes se enfrentan ahora al hambre rampante, la propagación de enfermedades, una vasta destrucción, un sistema sanitario diezmado, infraestructuras de agua y saneamiento y una grave carencia de productos de primera necesidad.
Estas son las últimas noticias sobre la situación humanitaria.
Cortes en el suministro
La única forma de entrar en la asediada Franja de Gaza ocupada, rodeada por Israel al norte y al este y por Egipto al sur, es a través de las fronteras controladas por Israel.
Antes de la guerra, unos 500 camiones entraban diariamente en la Franja, transportando productos comerciales y ayuda humanitaria, y desde entonces el número se ha desplomado drásticamente. En agosto, sólo 1559 camiones entraron en Gaza a través de los pasos fronterizos de Kerem Shalom y Rafah, incluso cuando este verano se declaró la alerta por hambruna en algunas zonas de Gaza.
Entre el 1 y el 15 de septiembre, sólo se facilitaron 37 de las 94 misiones humanitarias previstas y coordinadas con las autoridades israelíes para el norte de Gaza, es decir, el 39%. Además, se denegó el acceso a un total de 25, es decir, el 27%, según la última actualización de la situación de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En el sur, de los 243 movimientos humanitarios coordinados, las autoridades israelíes sólo facilitaron 129 (53%) y denegaron el acceso a 41 de ellos (17%).
La OCHA citó las hostilidades en curso, las limitaciones de acceso y las infraestructuras dañadas, junto con el deterioro de la situación de seguridad, incluidos los saqueos y las frecuentes órdenes de evacuación emitidas por Israel, como factores clave que «obstruyen la entrega de ayuda vital en toda la Franja de Gaza».
Retrasos que cuestan vidas
Encargada de establecer un mecanismo de las Naciones Unidas para acelerar el suministro de envíos de ayuda humanitaria en Gaza, la coordinadora superior de asuntos humanitarios y reconstrucción, Sigrid Kaag, afirma que ella y su equipo han mantenido reuniones constructivas con las autoridades israelíes al más alto nivel, pero que la necesidad de ayuda a escala en Gaza sigue siendo cada vez más urgente.
«No se trata de camiones, sino de lo que la gente necesita en su totalidad como seres humanos«, declaró el lunes en la sede de la ONU.
«Nos fijamos en el número de camiones diarios (…) que podemos recuperar y distribuir«, explicó. «Hay un debate en curso con las autoridades israelíes sobre su número, [sobre] algunos (…) suministros en los pasos fronterizos. En realidad, no importa si es en la frontera. Tiene que estar en Gaza. Tiene que distribuirse». Lo que importa es el porcentaje que llega, dijo. En este sentido, Kaag advirtió que «estamos muy, muy lejos de lo que la gente necesita».
En su última sesión informativa del Consejo de Seguridad, celebrada a primera hora del lunes, advirtió de que los retrasos en las entregas de ayuda pueden costar vidas.
El Norte de Gaza es innaccesible
Las necesidades urgentes persisten en el norte de la franja, pero la OCHA no ha podido acceder a la zona desde hace 28 días, según informó la agencia el lunes.
«Las denegaciones o impedimentos de acceso por parte de Israel, junto con otros obstáculos, están impidiendo que las misiones humanitarias evalúen las necesidades, coordinen la respuesta, lleven suministros y se preparen para la estación de lluvias en el norte», declaró la OCHA.
El acceso limitado al norte de Gaza sigue afectando a cientos de miles de personas vulnerables, dejándolas en condiciones terribles con una grave escasez de suministros esenciales y un acceso restringido a los servicios básicos, según la agencia.
Israel se reafirma en sus esfuerzos de ayuda
Mientras que altos funcionarios de la ONU han pedido en repetidas ocasiones que no se obstaculice el acceso de la ayuda humanitaria, los representantes de Israel afirman que está proporcionando abundante ayuda a los civiles atrapados en la Franja.
El embajador israelí y representante permanente ante la ONU, Danny Danon, afirmó que los esfuerzos humanitarios de Israel han sido «incomparables».
«Hemos facilitado más de un millón de toneladas de ayuda, incluidas 800.000 toneladas de ayuda alimentaria», declaró el lunes a los periodistas en una reunión en la sede de la ONU. «Hemos dejado claro que estamos más que dispuestos a trabajar con agencias de cooperación».
Demasiados obstáculos
Las entregas relacionadas con la reciente campaña de vacunación de emergencia contra la poliomielitis (polio) dirigida por la ONU demostraron que la ayuda vital puede entrar en la franja en el momento oportuno, pero las agencias de ayuda sobre el terreno reiteran que no llega suficiente ayuda.
«Las restricciones impuestas por las autoridades israelíes a la entrada de suministros esenciales son especialmente perjudiciales para los niños, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunitarios debilitados, y están aumentando el estrés y la ansiedad en los refugios superpoblados», según un grupo de organizaciones humanitarias que la semana pasada hizo un llamamiento urgente para que se suministraran productos sanitarios, como jabón y detergente, para evitar la propagación de diarreas y enfermedades.
Otras agencias se han hecho eco de este llamamiento, y Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA), advirtió el lunes de que el desastre sanitario en Gaza «empeora día a día».
Por su parte, la OCHA ha informado de que se está disparando contra los convoyes de ayuda o se les está exponiendo a condiciones que ponen en peligro su vida, se les está deteniendo y se les está amenazando de muerte.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) se vio obligado a suspender sus operaciones cuando las fuerzas israelíes dispararon contra su convoy de ayuda. Hasta la fecha, más de 200 miembros del personal de las Naciones Unidas han muerto por ataques israelíes en Gaza.
Algunos miembros del personal de la ONU que trabajan en la franja temen nuevos ataques, según declaró a Noticias ONU Sam Rose, director adjunto de asuntos de UNRWA en Gaza.
Necesidades urgentes
Los esfuerzos interinstitucionales se centran en las necesidades a través de grupos temáticos designados, desde asistencia sanitaria hasta refugios de emergencia.
Los actores humanitarios especializados en salud, agua, saneamiento e higiene publicaron un llamamiento urgente sobre la falta de acceso a jabón, champú y detergente para combatir la diarrea y las infecciones cutáneas en Gaza, según la OCHA.
El alojamiento es otro reto. Hasta el lunes, más de 55 órdenes de evacuación seguían en vigor, cubriendo alrededor del 86% de la franja, dijo OCHA, añadiendo que la emisión continua de tales medidas por parte de Israel sin garantizar que los desplazados tengan lugares seguros y adecuados para alojarse está empeorando la crisis humanitaria para cientos de miles de personas.
El grupo de operaciones de ayuda para refugios ha informado de que 1,13 millones de personas necesitan paquetes de emergencia para refugios improvisados o tiendas de campaña y 1,34 millones de personas necesitan equipos de ropa de cama, informó la agencia humanitaria de la ONU.
Al menos 25.000 paquetes de «sellado» (para mejorar los refugios de corta duración), o 25 camiones cargados, deben ser entregados por semana en el sur de Gaza para uso civil, antes de que lleguen lluvias más significativas y temperaturas más bajas en noviembre.
Según una iniciativa interinstitucional dirigida por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en agosto sólo llegaban al sur de Gaza una media de dos camiones cargados de artículos relacionados con el refugio a la semana, por lo que los socios necesitarían dos años para suministrar el equivalente a la ayuda más básica para la preparación para el invierno que se necesita ahora.