Desde la histórica investigación de la ONU de 2014 sobre los derechos humanos en la RPDC, comúnmente conocida como Corea del Norte, ha habido indicios razonables de que se han perpetrado crímenes de lesa humanidad, según el informe .
Al recopilar y analizar información relacionada con estos posibles delitos, identificados por la investigación de 2014, el informe señaló “duras condiciones dentro del sistema penitenciario ordinario, que pueden constituir un crimen de lesa humanidad de esclavitud”.
“Siete años después del histórico informe de la Comisión de Investigación sobre la RPDC, no solo prevalece la impunidad, sino que se siguen cometiendo violaciones de derechos humanos que pueden constituir crímenes de lesa humanidad”, dijo la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet.
Recluso sufriendo
El análisis de entrevistas con fugitivos norcoreanos junto con relatos consistentes y creíbles de la imposición sistemática de dolor o sufrimiento físico y mental severo a los detenidos en prisión puede constituir un crimen de lesa humanidad de tortura, según el informe.
Estos incluyen golpizas, posiciones de estrés prolongadas, abuso psicológico, negación médica; y el hambre, todo lo cual crea una atmósfera de severo sufrimiento físico y mental para los presos, exacerbado por las condiciones de vida extremadamente precarias.
Crímenes internacionales
El informe también destacó la falta de progreso en el establecimiento de la verdad y garantizar la rendición de cuentas en casos de secuestros y desapariciones forzadas de personas de etnia coreana, ciudadanos japoneses y otros desde la Guerra de Corea hasta ahora.
Y a medida que estas víctimas y sus familias envejecen, su tiempo para ver prevalecer la verdad y la justicia se reduce.
“Una paz duradera en la península de Corea sólo se puede lograr si se ponen fin a esas violaciones y se cumplen los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, las reparaciones y las garantías de no repetición”, señaló el informe.
Además, la investigación y el enjuiciamiento de presuntos crímenes internacionales cometidos en la RPDC deben seguir siendo una prioridad, ya sea a través de la Corte Penal Internacional ( CPI ), tribunales ad hoc u otros mecanismos comparables.
No hay un estatuto de limitaciones para los crímenes de lesa humanidad, recordó el informe.
La Sra. Bachelet pidió un esfuerzo renovado para que se haga justicia en nombre de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos en Corea del Norte, e instó a la comunidad internacional a “dar prioridad a la justicia y tomar medidas inmediatas para evitar que se sigan infligiendo graves violaciones de derechos humanos contra las personas de la RPDC ”.
Hacer un seguimiento
El informe también subrayó la importancia de recopilar, analizar y preservar información relevante sobre presuntas violaciones para apoyar las estrategias de rendición de cuentas en todos los niveles, incluidos los procesos judiciales en otros países.
Esto no solo ayudará en posibles procesos de rendición de cuentas internacionales en el futuro, sino que también ayudará a reforzar las medidas complementarias no judiciales hacia los derechos más amplios de las víctimas, como el desarrollo de un registro histórico, la conmemoración, la reparación y la verdad.
Las organizaciones humanitarias internacionales y los observadores de derechos humanos deben tener acceso inmediato al país, incluso a todos los centros de detención, dice el informe.