'Desafíos políticos, de seguridad, derechos humanos y humanitarios' plagan Malí

El jefe de Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, recordó que el viernes , terroristas fuertemente armados atacaron un campamento de la Misión de Estabilización de la ONU ( MINUSMA ) en la región de Kidal, matando a cuatro cascos azules e hiriendo a otros 34.

Dijo que el asalto fue una tragedia y una "ilustración de la valentía y la determinación de nuestro personal de mantenimiento de la paz para apoyar al pueblo de Malí", y señaló que la "defensa decidida y heroica infligió un serio revés a los atacantes".

Además de la amenaza terrorista, el Sr. Lacroix expresó su preocupación por las continuas “actividades desestabilizadoras de las milicias” que operan a lo largo de líneas étnicas en la convulsa región central.

En un intento por garantizar que las milicias y los grupos armados depongan las armas y se unan al proceso de diálogo, pidió al Gobierno de transición que mejore la situación de seguridad en paralelo con la protección de la población civil y el restablecimiento de la autoridad del Estado y los servicios sociales básicos.

La 'prueba de fuego' política

Sostuvo que la seguridad a largo plazo del país depende del éxito de su frágil transición política.

El Gobierno de Malí ha tratado de restablecer la estabilidad y la reconstrucción tras una serie de reveses desde principios de 2012, incluido un golpe de estado militar, la reanudación de los combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes tuareg y la toma de su territorio del norte por extremistas radicales.

Entre otras cosas, la misión de la ONU, considerada la operación de la ONU más peligrosa para servir, apoya la implementación de un Acuerdo de Paz de 2015 firmado por las autoridades y dos coaliciones de grupos armados.

Si bien señaló algunos "signos alentadores" recientes, incluido el impulso de varias instituciones importantes, destacó la importancia de la reforma política e institucional, como la redistribución territorial y los cambios en las leyes electorales y constitucionales.

Dijo que “no se ha emitido un calendario electoral oficial”, pendiente de acuerdo sobre diversas reformas, incluida la gestión de las urnas.

“En esta coyuntura crítica, alentamos a los actores políticos de Malí a trabajar con un espíritu de compromiso y promulgar reformas destinadas a crear un entorno propicio para elecciones pacíficas, inclusivas, transparentes y creíbles”, dijo el jefe de mantenimiento de la paz.

“Estas elecciones representan la prueba de fuego para la transición actual y un paso necesario hacia el regreso de Malí al gobierno constitucional”, dijo.

Traducir los compromisos a la paz

Reconociendo que la implementación del Acuerdo de Paz ha sido lenta, el Sr. Lacroix dijo que en las últimas semanas ha surgido un impulso positivo y un nuevo sentido de confianza entre las partes malienses.

Llamó especialmente la atención sobre la importancia de dos reuniones recientes por ser "de gran importancia simbólica" y "pasos esenciales" para mejorar la representación política de Malí, que dijo que era "un factor clave en su implementación".

El Sr. Lacroix destacó que el apoyo internacional, incluido el del Consejo, sigue siendo de “suma importancia para asegurar que las partes interesadas nacionales cumplan con sus compromisos”.

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