La estrategia europea sobre retorno voluntario y reintegración avanza la acción dentro del bloque, deja más para discutir con los países de origen de los migrantes

Como paso clave en la implementación de su Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, la Comisión Europea reveló esta semana su primera estrategia sobre retorno voluntario y reintegración de migrantes. Este documento de política es parte de un esfuerzo más amplio para establecer un sistema común de la UE para los retornos y cubre un área poco común de consenso relativo entre los Estados miembros de la UE, en comparación con otros ámbitos de la migración en los que no están de acuerdo con los principios de responsabilidad compartida y solidaridad. Debido a que muchos políticos europeos piensan en un sistema de retorno creíble como la premisa para hacer que las vías legales y el asilo funcionen, el progreso en este frente sería un hito crítico para la Comisión.

El retorno voluntario asistido y la reintegración (AVRR) se refiere al apoyo proporcionado, a menudo por los países de destino, a los migrantes para regresar y reintegrarse en su comunidad de origen. Los beneficiarios son los migrantes que desean regresar a casa, entre ellos, solicitantes de asilo que no recibieron la condición de refugiados, migrantes sin documentación y otros que optan por el retorno voluntario en lugar de forzado. En la actualidad, menos de un tercio de los retornos motivados por una decisión de retorno son voluntarios. Los programas AVRR gestionados por los países de la UE suelen incluir ayudas a la reintegración en forma de subvenciones para la puesta en marcha, acceso a formación profesional o colocación laboral.

Los objetivos de la Comisión son aumentar el número de retornos, especialmente los voluntarios, pero también hacer que los programas de AVRR sean más sostenibles y de mayor impacto. La estrategia señala que el éxito no solo se define por una mayor tasa de retorno de los nacionales de terceros países; reconoce que la situación de los migrantes a su regreso es otro indicador crítico del progreso real. En otras palabras, la prestación de asistencia de reintegración de calidad también es importante, reconociendo que la reintegración de los migrantes es un proceso complicado y multidimensional que requiere inversiones significativas en áreas que van desde los medios de vida hasta la prestación de servicios públicos y el asesoramiento psicosocial.

Si bien la estrategia cubre mucho terreno: nuevos esfuerzos de coordinación en los Estados miembros de la UE, inversiones en asesoramiento y gestión de casos para migrantes, un nuevo papel para Frontex para trabajar en el retorno voluntario y la reintegración, un mejor seguimiento y evaluación, y compromisos para financiar AVRR. Uno de sus desarrollos más significativos es el reconocimiento del papel clave de los países de origen en la reintegración. Muchos programas de AVRR han operado durante mucho tiempo sin involucrar de cerca a los gobiernos, la sociedad civil y otras partes interesadas en los países de origen. Sin embargo, fortalecer la cooperación en materia de retorno voluntario y reintegración no es una tarea fácil, dado que las agendas de los Estados miembros de la UE y los países de origen no son simétricas. Aún así, esta es un área donde hay intereses comunes y la estrategia aboga por alianzas más sólidas; en última instancia, una condición necesaria para que las actividades de reintegración sean más impactantes y sostenibles.

Para que estas asociaciones sean tangibles, los países europeos y los países de origen deberán desplegar más esfuerzos para comprender mejor las prioridades de los demás y los diferentes contextos nacionales. Ambas partes necesariamente miran el retorno voluntario y la reintegración a través de diferentes lentes, y los diálogos más formales y las reuniones informales ayudarán a trazar intereses y actividades comunes en las que se puede avanzar. Ya es evidente que hay algunos lugares por donde comenzar: Establecer canales de intercambio de información, por ejemplo, para intercambiar información sobre las condiciones en el hogar para mejorar el asesoramiento previo al parto. Es de interés para ambas partes informar mejor a los migrantes y crear las condiciones para una reintegración sin problemas. A su vez, los países europeos podrían compartir más información con los gobiernos y la sociedad civil en los países de origen sobre sus programas de AVRR y el perfil de los repatriados, ya que estas partes interesadas a menudo carecen de esta información básica.

Paralelamente, la estrategia de la Comisión tiene como objetivo conectar mejor las actividades de reintegración y la programación de desarrollo, que es una necesidad urgente pero muy difícil de implementar. El retorno puede ser una palanca para el desarrollo, ya que los migrantes a menudo regresan con más habilidades, redes y conocimientos, pero estos activos no siempre se activan. A su vez, para que los repatriados se reintegren de forma duradera, necesitan encontrar un entorno propicio, con seguridad, buena gobernanza y acceso a los servicios públicos, entre otras cosas. Muchas de las intervenciones de desarrollo financiadas por la Comisión y sus Estados miembros buscan alcanzar estos objetivos, pero no siempre reconocen los desafíos específicos a los que se enfrentan las poblaciones de repatriados. Dado que la estrategia se compromete a integrar estos flujos de programas, la Comisión, los Estados miembros de la UE y sus socios no parten de cero. Deben aprovechar las lecciones aprendidas de una serie de iniciativas ya puestas a prueba sobre el terreno, con mecanismos para remitir a los repatriados a proyectos de medios de vida o intervenciones en las principales regiones de origen para mejorar la prestación de servicios públicos y la gobernanza local.

Al final, una cooperación reforzada con los países de origen solo puede suceder si los Estados miembros de la UE trabajan mejor juntos. A pesar de los esfuerzos de coordinación, todavía existen grandes disparidades entre los programas europeos de AVRR en términos de elegibilidad y la naturaleza de la asistencia brindada a los migrantes que regresan. Estas discrepancias dificultan que los programas se relacionen con las autoridades y otros socios en los países de origen y también han provocado tensiones entre las poblaciones de repatriados. Como tal, la estrategia de la UE viene con una agenda ambiciosa, pero también es una prueba de si los países europeos son capaces de presentar un punto de vista común al interactuar con los países de origen. Este es un requisito previo para convertir el retorno voluntario y la reintegración en un laboratorio de alianzas migratorias significativas, basadas en objetivos compartidos con los países de origen.

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