Uno de los incidentes más graves se produjo en la ciudad de Mitrovica, dividida entre un enclave serbio en el norte y la población de origen albanés en el sur. Según informaciones de UNMIK, una manifestación de alrededor de 3000 albaneses penetró la zona norte y hubo disparos de armas automáticas y explosiones de granadas.
Al promediar la noche, UNMIK declaró que la situación en Mitrovica se había estabilizado. Su portavoz, Derek Chappell, la calificó de “calma tensa”.
“Hemos separado a los albaneses de los serbios y hemos tomado control de los puentes entre el norte y el sur. En la zona norte de Mitrovica la mayor parte de los serbios se han dispersado. En el sur todavía tenemos grupos de albaneses que están creando desórdenes”, dijo el portavoz.
En una declaración, el secretario General de la ONU condenó los actos de violencia en esa y otras ciudades kosovares y urgió a las dos partes a suspenderlos de inmediato.
Kofi Annan hizo un llamamiento a las autoridades locales para que ayuden a restablecer la normalidad y someter a la justicia a los responsables de los incidentes.
Otras ciudades afectadas por disturbios fueron Lipljan, PPec y Gnjilane.