El fiscal jefe de la CPI, Luis Moreno Ocampo, subrayó que la investigación “requerirá de la cooperación de las autoridades nacionales e internacionales”.
“Formará parte de un esfuerzo colectivo y complementará la labor de la Unión Africana y otras iniciativas para acabar con la violencia en Darfur y promover la justicia”, recalcó el letrado.
Agregó que los mecanismos tradicionales africanos pueden ser una herramienta importante para complementar estos esfuerzos y lograr la reconciliación local.
En este sentido, Ocampo pidió a todas las partes implicadas a proveer a la Corte con la información, la evidencia y el apoyo práctico necesarios para llevar a cabo esta tarea.
La investigación será imparcial e independiente, y se centrará en los individuos con mayor responsabilidad por los crímenes cometidos en Darfur.
El 31 de marzo pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU, en su resolución 1.593, turnó a la CPI el caso de Darfur para que determinara si se han cometido crímenes de guerra y lesa humanidad en esa región de Sudán de julio de 2002 a la fecha.
Luego de adoptada esta resolución, el fiscal de la Corte recibió los archivos elaborados por la Comisión Internacional de Investigación sobre Darfur.
La oficina de Ocampo también recolectó información y documentos de diversas fuentes, además de entrevistar a más de 50 expertos independientes, tras lo cual consideró que se han reunido todos los requisitos estatutarios para iniciar la investigación.