En un comunicado emitido por su portavoz el domingo, el secretario general António Guterres también expresó “grave preocupación” por la declaración del traspaso de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares.
«Estos acontecimientos representan un duro golpe para las reformas democráticas en Myanmar», dijo el comunicado.
Volkan Bozkir, presidente de la Asamblea General de la ONU, también expresó su preocupación por la situación en Myanmar.
«Los intentos de socavar la democracia y el estado de derecho son inaceptables», dijo en un tuit , pidiendo la «liberación inmediata» de los líderes políticos detenidos.
El Secretario General insta a los dirigentes militares a respetar la voluntad del pueblo de Myanmar y adherirse a las normas democráticas.
Aumento constante de las tensiones
Las detenciones y la toma del poder tuvieron lugar horas antes de la sesión inaugural del nuevo Parlamento de Myanmar.
Siguieron días de crecientes tensiones entre el gobierno y el ejército a raíz de las elecciones generales de noviembre pasado.
La Liga Nacional para la Democracia (LND) dirigida por Aung San Suu Kyi reclamó una victoria abrumadora en las encuestas, asegurando más del 80 por ciento de los escaños, según informes de los medios. Sin embargo, militares y algunos partidos políticos cuestionaron los resultados, alegando que las urnas se vieron empañadas por irregularidades.
Las elecciones de noviembre fueron solo las segundas elecciones democráticas en Myanmar desde el final de casi cinco décadas de gobierno militar. Las primeras elecciones, en 2015, también las ganó la NLD.
‘Respeto la voluntad del pueblo’
En la declaración , el jefe de la ONU pidió a los líderes militares de Myanmar que «respeten la voluntad del pueblo y se adhieran a las normas democráticas», y que resuelvan cualquier diferencia mediante un diálogo pacífico.
“Las elecciones generales del 8 de noviembre de 2020 otorgan un mandato firme a la LND, lo que refleja la clara voluntad del pueblo de Myanmar de continuar por el camino de la reforma democrática, ganado con tanto esfuerzo”, señaló el comunicado.
“Todos los líderes deben actuar en el mayor interés de la reforma democrática de Myanmar, entablando un diálogo significativo, absteniéndose de la violencia y respetando plenamente los derechos humanos y las libertades fundamentales”, dijo.
El Secretario General también reafirmó el “apoyo inquebrantable de las Naciones Unidas al pueblo de Myanmar en su búsqueda de la democracia, la paz, los derechos humanos y el estado de derecho”, agregó el comunicado.
Incursiones antes del amanecer
Según informes de los medios de comunicación, las detenciones comenzaron en las primeras horas del lunes (hora local), con líderes políticos detenidos en Yangon y otras ciudades de Myanmar, y soldados que, según se dijo, estaban en las calles y en lugares destacados.
También se ha informado de la interrupción de los teléfonos móviles, teléfonos e Internet en la capital, Nay Pyi Taw, y en el centro comercial de Yangon.
Los militares también impusieron el estado de emergencia durante un año, anunció en una estación de televisión dirigida por militares. Según informes de los medios, otros canales de televisión nacionales e internacionales y la radio están fuera de línea.
Según los informes, muchos cajeros automáticos (ATM) y bancos también están cerrados, lo que genera largas colas de personas que intentan retirar dinero en los que aún están abiertos.